El botijo

Ayer leía en el periódico la historia del primer invento para enfriar agua, el botijo. Era el primer y único medio de enfriar agua. Los frigoríficos, tan de moda ahora, no existían. Yo creo que a la gente recién llegada a este mundo, conforme se hacen mayores, piensa que lo que tenemos ahora como algo normal siempre existió. Me refiero a la TV, teléfono móvil, internet, RR.SS, etc.,  Lo más curioso, porque lo es, es que, los niños de ahora, cuando llegan a este mundo ya conocen el manejo de los teléfonos móviles.  A mí, el día de los Reyes, los Reyes, me traían un caballo de cartón y ahora les traen una Tablet.

Como yo vine a este mundo en un medio rural, y ya tengo  mis años, es normal que haya conocido el botijo colgado en una higuera, para eso, para tener  agua fría disponible y también es normal que añore al botijo porque aunque ahora tengamos el agua a los grados que regulemos el frigorífico, nada que ver con este cantarito sin mandos. El botijo mantenía el agua 10º por debajo de la temperatura ambiente. Era un placer beber en el botijo  levantando los brazos para que el agua cayera con fuerza en la boca. Era lo que había y nos parecía increíble.

Hoy me levanté temprano, con las primeras luces del día, y me fui a la higuera. Quería sorprender a la pandilla de mirlos que todos los días desayunan en ella y vaya si los sorprendí. Conforme iban llegando daban un grito de sorpresa, que yo he interpretado como ‘Jope, que nos han descubierto’ y se volvían.

Quería, también, además de comer algún higo, imaginar la higuera con botijo colgando, como hubiera sido normal hace años. La verdad es que he pasado un ratito muy agradable imaginando qué clase de botijo sería el más adecuado. Por si no lo conocen les cuento que hay botijos de diferentes formas y tamaños. El que más recuerdo, por lo raro, es uno especial para carros tirados por caballerías, que tenía una zona plana para llevar colgado y apoyado en alguna zona del carro para evitar su rotura.

Pasen un hermoso día.

Así es la historia.

Pensaba yo, inducido por mis lecturas, que las cosas que cuenta la historia, como historia, siempre eran verdad, pero no, siempre no es verdad.

Siempre he pensado que las personas con historia que abandonaban el lugar que la historia les había asignado y se retiraban a conventos, monasterios o abadías, lo hacían para llevar una vida de meditación, de recogimiento y de arrepentimiento pensando, más que nada, en el castigo divino.

Pero coño, cuando leo que Carlos I y V de Alemania, cuando se retiró al Monasterio de Yute se llevó un sequito de 80 personas, entre maestros cerveceros, cocineros, agricultores, pescadores y maestros de toda índole, solo para servirlo a él, se me quitó la pena del alma que me estuvo desolando durante años pensando como la grandeza de ciertas  personas de la Historia, quedaba diluida entre la humildad y el arrepentimiento al final de sus días.

Sólo añadir que cuando Carlos I y V de Alemania, vino a España, en Alemania no se conocía  el vino, por eso llegó con su séquito, compuesto de maestros cerveceros, cocineros y maestros diversos.

El Monasterio hubo que remodelarlo y habilitar espacio suficiente para semejante servidumbre. He de decir que Carlos, cuando ésto ocurría, ya no era rey, el Rey era su hijo Felipe II, pero vivía como un Rey.  Carlos oía misa desde su dormitorio, sentado en la cama, y desde este lugar entonaba el mea culpa y su arrepentimiento.

Tengan un hermoso día

Antes de saber escribir.

Sí, el mundo y la humanidad existían, evolucionaban y sigue evolucionando, de acuerdo con las leyes de la Naturaleza, antes de saber escribir. En términos geológicos, la Tierra tiene 4.543 millones de años, el hombre hace ‘cuatro días’ que empezó a caminar por ella. Hasta que los fenicios, 2000 años a.d.C,  inventaron el alfabeto no empezamos a escribir. A partir de ese momento, por fin, empezamos a  registrar acontecimientos para conocimiento de generaciones venideras. La historia comienza cuando empezamos a escribir, lo ocurrido anteriormente es prehistoria. No existe, por tanto, ninguna historia escrita de antes del invento del abecedario.

Cuando aparecieron los paleontólogos, preocupados por conocer de dónde vinieron sus padres, abuelos, bisabuelos, etc. nos descubrieron un mundo, hasta entonces desconocido. Existen varios procedimientos para datar, con seguridad,  cualquier antigualla, el radio carbono y, modernamente, los isotopos radiactivos.

Pero de forma más sencilla y fácil es posible comprobar lo que ocurría en África hace 40,000 años, 38.000 antes de que nadie pudiera escribir un relato.

Si les interesa el tema, para mi apasionante,  escriban en buscador de Google ‘Cuevas rupestres de África’. Es el lugar donde vivieron los primitivos Homo. África, lo he contado en varia ocasione, en épocas anteriores, era una zona del mundo con grandes bosques y recursos, caza y alimentos vegetales, para la vida de los Homo. Un movimiento tectónico  hizo aparecer  el monte Everest, el monte más alto del mundo con 8.848 metros sobre el nivel del mar. El nacimiento del monte Everest modificó el clima y el régimen de lluvias que existían hasta entonces en África y con el paso de los años lo ha trasformado en un desierto. Lo peor, dentro de unos años, quizá menos de 100, la sombra del monte Everest se alargará hasta España y hará que el desierto sea más grande. Sí, será desierto.

Pero volviendo a los primitivos Homos, por los restos de comida que se han encontrado, conchas de almejas, mejillones, ostras, etc., todos datados, recorrieron la costa atlántica hasta el lugar  que ahora ocupa la Ciudad del Cabo. En algún momento, ante la falta de alimento, decidieron caminar hacia Europa aprovechando la bajada del nivel del  mar por la acumulación de agua en los polos, transformado en nieve, como consecuencia de la glaciación que sufría la tierra en aquellos tiempos. La glaciación duró 60.000 años y hace 40.000 que terminó.

No piensen que la  vida en la Tierra era imposible con motivo de la Glaciación. En la zona de la Tierra donde todos los Homos se encontraban, África, subieron las temperaturas. Es un fenómeno, varias veces comentado,  que tiene relación con la modificación de la elipse del movimiento de traslación de la Tierra alrededor del sol cuando, cada cien mil años, Júpiter se acerca al Sol.

Volviendo a las Cuevas de África, si buscan, encontraran pinturas, rupestres, claro, que reflejan lo que ellos veían y con lo que convivían. Hay una pintura en la que aparece un platillo volante con un extraterrestre, en pie, en el suelo, con un depósito en la espalda que supongo de oxígeno, o cualquier otro producto, que pudiera necesitar para vivir en la Tierra. Las pinturas están datadas en 40.000 años.

También pueden leer la historia de Mary o Eva de África que, seguramente, le sorprenderá.

Pasen un hermoso día.