Los sábados y domingos, en mi casa, se caracterizan por ser días silenciosos. El ruido, si se hace alguno, lo hago yo. Claro, también tiene algún inconveniente, no tengo con quien hablar, reír, discutir, renegar ni enfadar. Y así es todo, como en los rebaños, las mansas por las que topan.
Menos mal que tenemos Internet con todos los diarios, revistas y otras fuentes, todas con una intemerata de temas, a nuestra disposición todas las hora del día y las Redes Sociales, con sus dimes y diretes, para no sentirnos totalmente desamparados.
Los libros, incluidos los electrónicos, junto con la música, son compañeros espirituales inseparables, de sábados y domingos. La diferencia que existe entre un largo sábado o un sábado corto es un libro que consiga conectarse contigo, o mejor, tú con él, y sentirte actor de su historia. Cuando ello ocurre jamás se te olvidará la historia que has vivido en él.
No es frecuente pero me ocurre alguna vez, que un libro de un Premio Nobel que la crítica lo sube a los cielos por maravilloso, comienzo su lectura y me canso, no conecto con él, no me centro. Después de llevar muchas páginas sin encontrar ‘la sustancia necesaria’ lo abandono. Varios días después, con el ánimo de reconciliarme con él, lo vuelvo a intentar, porque en el fondo me preocupa, pienso que no sé ‘filtrar’ y quedarme con la esencia contenida en su lectura. Si obtengo el mismo resultado vuelvo a cerrar el libro y esta vez para siempre.
Hace algún tiempo estuve con Cleopatra, última reina de Egipto, con Ptolomeo XIII, marido y hermano de diez años de edad, porque casarse con un hermano era requisito imprescindible para ser reina de Egipto, y con Julio Cesar. Navegué en sus barcos y por orden de Julio Cesar, en el mismo puerto de Alejandría, les prendimos fuego, ardieron ellos y los almacenes del puerto. El fuego, por el fuerte viento reinante, se fue expandiendo por la ciudad quemando lo que encontraba a su paso incluida su impresionante Biblioteca. Nunca olvidaré ésta historia porque, desde el libro, participé en las decisiones de Julio Cesar.
Tengan un hermoso día.
En mi Quinta 18-04-2021