Buen día.

Hoy comienza raro. No sé, el sol brilla diferente y todo a pesar de haber dormido como un niño y encontrarme relajado.

Ayer, leí en algún sitio, ‘ten, amigos con pantalla pequeña y biblioteca grande’. Y es verdad. Los que ven, o miran, televisión a todas horas caminan por la vida teledirigidos, llenos de manías y de héroes por los que darían la vida y…todos los demás somos gentuza o gente de quinta.

Las manías aparecen siempre que repetimos los mismos actos con cierta frecuencia. Leer todos los días y durante ciertas horas se transforma en ‘manía de leer’ que también contiene su veneno aunque, eso si, bastante menos pernicioso que comer chocolate.

 Otros amigos, también lectores, es difícil que lean los mismos libros que yo y esta particularidad hace nuestros encuentros muy enriquecedores.

Mi yo interno, tengo decirlo, es un puñetero y modifica mi plan según el suyo. Su plan es el mío. Cuantas veces come lo que no debía, o hace cosas que le han prohibido? Cuantas veces se ha dicho…pero cómo he podido hacer esto o lo otro?  

No se complique la vida, entienda que son las bacterias que se encuentran en todos lados de nuestro cuerpo, boca, dientes, estomago, intestinos, etc., las que nos manejan. Las bacterias son las que le dicen a nuestro cerebro lo que quieren que hagamos y nuestro cerebro, que se encuentra secuestrado por ellas, nos hace sentir la necesidad de hacer lo que tenemos prohibido.

 Tenemos bacterias ‘todo terreno’ que sirven para casi todo y otras especiales, tan especiales que sólo pueden vivir si las alimentamos con el alimento con el que fueron creadas.

Si, come chocolate después de las comidas, como postre, durante un tiempo, para poder digerirlo nuestro organismo necesita crear, y crea una legión de bacterias especialistas en digerir chocolate. Igual hace con el tabaco, el alcohol, y otras drogas creando bacterias que se alteran cuando es la hora de comer y no encuentran su alimento.

En ese momento se dirigen al cerebro pidiendo su alimento y nuestro cerebro nos crea el deseo, urgente, de comer chocolate.

La solución, no hay otra, es matar estas bacterias de hambre poco a poco, cómo, comiendo cada vez menos chocolate, tabaco, alcohol o cualquier otra droga. No podemos dejar de comer chocolate pero si podemos comer menos cada día y matar de hambre, poco a poco, las bacterias y debilitar sus protestas. No comer chocolate, cero chocolates, sólo lo pueden hacer personas que posean una gran fuerza de voluntad para poder desoír a su cerebro.

Así que, cuando piense ‘qué hago de comer hoy’ y después de mucho pensar aparezca en su mente ‘patatas fritas con conejo y pimientos de bola’ no piense que es un genio gastronómico, son sus bacterias las que ordenan el menú.

Tengan un hermoso día.

En mi Quinta 13-05-2024

blog de pepe arnau

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *