Sin remedio

Hoy si es un hermoso día, uno de los míos. He estado tomando el sol, he cerrado los ojos y en un estado de verdadera paz he estado pensando en mi anterior relato. Ya saben cómo es esto, sin ningún propósito, aparecen en nuestra mente pensamientos, todos, a cámara lenta, que, en muchos casos, transitan sin dejar huella, pero algunos se quedan ‘enganchados’ y a ellos le dedicamos un tiempo de ‘manoseo’ y duda. En este sentido, con relación a mi anterior relato,  ….tenía que haber desarrollado más este o aquel párrafo o tenía que haber incluido ‘lo esto y lo otro’.

En la situación que me encontraba, en el séptimo cielo, no sé cómo explícalo, mi mente es flotante y van desfilando por ella infinidad de pensamientos, algunos estúpidos, sin orden ni conexión entre ellos.

Uno de ellos, pido disculpas, he estado pensando si un huertano, como yo, es igual de ciudadano que el administrativo que vive en la ciudad, a pesar de que ciudadanos somos todas las personas que vivimos en el país.

A pesar de esto, sigo pensando que los habitantes de una ciudad son más ciudadanos que los que vivimos en la huerta.

También es diferente el estilo de vida que practicamos. Los ciudadanos de la ciudad, por ejemplo, utilizan, a diario, un vestuario para la calle y otro, diferente y más cómodo, para estar en casa. Los ciudadanos de la huerta, como la vivienda y calle son el mismo lugar, siempre, nuestra vestimenta es cómoda.

Este detalle explicaría una parte de su atractivo, pero existen otros por lo que la huerta nos atrae, nos relaja.  Formamos parte de una comunidad viviente y equilibrada, donde cada uno de sus habitantes hace la vida que la naturaleza le ha adjudicado. Así de sencillo y así de fácil y nadie critica lo que hacen los otros.

Tengan un hermoso día.

En mi Quinta 06-03-2024

blog de pepe arnau

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