Hoy es un día de los que tendría que escribir sólo de política, más que nada por la cantidad de opiniones que circulan en los medios de comunicación. Lástima que no tenga ni la más remota idea de los hilos que se mueven, y con qué propósito, en política.
A los malos aficionados a escribir nos ocurre, es una debilidad de nuestra actividad, que no siempre encontramos donde poner ‘el foco’ para mantener nuestra actividad medianamente creativa.
Es verdad, lo reconozco, que para escribir bien, y disponer siempre de mil ocurrencias, hay que saber leer y leer mucho, para aprender a pensar.
Para mí, y supongo que para muchas personas, la ‘afición seria a la lectura’ se desarrolla después de la jubilación. En este periodo de nuestra vida es cuando más tiempo dedicamos a nosotros mismos. Sólo aficiones, nada de grandes esfuerzos, sólo los necesarios para mantenernos activos hasta donde nos esté permitido.
Mi afición a la lectura y a disfrutar con historias que otra persona construye mediante la escritura, me anima a escribir mis propias historias con la esperanza que mi forma de contar sea igualmente atractiva para alguna de las personas que me puedan leer.
Más noble imposible, soy feliz mientras escribo, pensando que quien lea mis historias también será.
Tengan un hermoso día