Hay días, como hoy, que no sé a qué lo voy a dedicar. ……pero esta mañana, muy de mañana, mientras leía la prensa, me iba alterando físicamente, sí, físicamente. Mi cara, mi semblante, la sentía modificarse y mi ánimo quedó bajo mínimos. Después, la televisión, con sus conexiones en directo, completó mi capacidad para asimilar lo que estaba viendo.
Ignoro si los hombres, si es que lo son, que dirigen la guerra tendrán hijos, porque, mandagüevos, lo que están haciendo. Lo peor es que nosotros sólo podemos mirar, sentir como se nos encoge el corazón y poco más. Las guerras de antes eran diferentes, había que imaginar hasta el sufrimiento, sólo conocíamos la foto, una sola, que enviaba el corresponsal al periódico y era de tan mala calidad, formada por puntos tan separados entre ellos, que había que alejarla de la vista para poder imaginar lo que el fotógrafo quiso fotografiar.
Creo que si el salvaje de Hitler, hubiera recibido en su despacho, imágenes e información en directo de su guerra, como nosotros recibimos en nuestras pantallas la de ahora, su guerra hubiera sido diferente, más corta, con menos soldados muertos en batalla, civiles por la guerra y judíos en sus centros de la muerte.
Este caos tan difícil de contemplar sin alterarnos, por las cosas de ahora, con tanta cadena de televisión y tantos programas en cada una de ellas, que en todas las cadenas, a todas horas, y en todos los programas, vemos imágenes en directo de la guerra de Ucrania en sus episodios más crudos. Menos mal que el Volcán de la Palma se calmó y desapareció de las parrillas de todas las televisiones, que si no, no sé qué nos hubiera ocurrido.
No podemos seguir, por mucho tiempo más, con el corazón encogido.
Tengan un hermoso día.
En mi Quinta 12-03-2022