Hoy, la prensa publica como la Ciencia explica por qué eres mejor persona si te encantan los perros’. Me ha gustado más, no por lo que cuenta de los perros, que también, sino por el resultado de las encuestas que publican. Me ha parecido muy interesante
Los perros nunca te piden nada y aunque tú, sólo tú, puedas entenderlos y ellos a ti, no puedes hablar con ellos, y siempre te reciben dando saltos de alegría.
Los míos, si salgo a la calle, aunque sea un minuto, me reciben dando saltos como si hiciera meses que no me ven.
Se imaginan, si hablaran, aguantando todo el día la conversación de Pipo y Kika que, por el poco espacio en el que se mueven y las pocas cosas que ocurren siempre se contarían las mismas.
Me gustaría entender las conversaciones que mantienen entre ellos, especialmente, antes de dormir.
Pipo es el primero que se va a la cama para evitar que Kika le ocupe su sitio, que, aunque ahora es ‘cama redonda’, cada uno tiene el suyo. Cuando llega Kika, que es enseguida, Pipo le arma la marimorena, no quiere que se acueste allí. Kika, que le importa un pimiento lo que diga Pipo, se acuesta y ya tenemos bronca.
Pipo gesticulando y ‘rumbando’ como enemigo peligroso y con gran pataleta mientras Kika se separa unos centímetros para evitar el envite y a renglón seguido ocupar el espacio cedido, no perdido. Esta escena, que puede durar horas, se termina por cansancio de Pipo que finalmente cede y los dos se abrazan, qué bendición, y así duermen toda la noche.
La escena se repite todos los días. A veces Pipo, cuando no puede más, llama a la puerta de mi habitación suplicando ayuda. Le doy unas palmadas, le acaricio las orejas y le digo ‘Pipo…, tú eres más grande y guapo…a dormir con Kika’ y se marcha feliz.
Tengan un hermoso día.
En mi Quinta 27-05-2023