La pregunta de cómo acabará el mundo ha sido objeto de debate y especulación entre poetas y filósofos a lo largo de la historia. Yo, escribía hace unos días, que el mundo terminaría cuando la materia que mantiene al sol ardiendo, el helio, que se terminará porque no es renovable, hecho que ocurrirá dentro de 5.000 MA, la Tierra se enfriará y terminará la vida.
Pero hay otras teorías que aseguran que, gracias a la ciencia, se sabe que dentro de 5.000 MA, en esto coincidimos, el sol se inflará durante su fase de gigante roja, engullirá la órbita de Mercurio y convertirá a la Tierra en una roca abrasada, es decir, una carbonilla.
Pero visto así, sin más, como faltan muchos siglos para que ocurra, la lejanía nos aporta tranquilidad como individuo y no pensamos como especie.
Nuestra especie gracias a que es muy ‘manifacera’, se mete en todo y lo ‘trastea’ para conseguir lo que desea ha hecho posible el mundo que tenemos.
Estas cualidades, este no parar, nos puede llevar a la construcción de algún ingenio que si bien su construcción se inicia para mejorar algún problema importante para nuestra existencia, pudiera resultar destructor. Nuestra capacidad de trastear, hasta ahora, nos ha llevado a conseguir lo impensable.
El gas, contaminante, CO2 (1 átomo de carbono y 2 de oxigeno) como saben, es nuestro enemigo nº 1 a pesar de ser un gas natural imprescindible para la vida en la Tierra, una ironía.
Sin este gas no tendríamos la capa que llamamos de efecto invernadero y la Tierra estaría a una temperatura media en la que la vida, como la conocemos, sería imposible. La Tierra recibe todos los días la misma cantidad de calor del sol y lo bueno sería que por la noche se enfríe en la misma medida de modo que todos los días cuando comience el día se encuentre a la misma temperatura que el día anterior. Si no existiera la capa de efecto invernadero la temperatura media de la Tierra estaría en torno a los 35º bajo cero. Con la capa de afecto invernadero como siempre fue, es decir correcta, la temperatura media de la Tierra se encontraría, de media, a 15º sobre cero y así nació la vida.
Pero antes, mucho antes, tuvo que aparecer el gas ozono, (3 átomos de oxígeno y 1 violeta) para evitar que los Rayos Ultravioleta procedentes de nuestro sol, y otros astros, llegaran a la Tierra para hacer posible a vida. Se tuvieron que dar dos fenómenos para que la vida que conocemos, animal y vegetal, pudiera comenzar.
Por otra parte, el CO2 es imprescindible para la vida vegetal. Las plantas viven porque su forma de alimentarse, en la fotosíntesis obtiene oxígeno y otros nutrientes en presencia de luz.
Tanta tecnología, tanta prospección, tanto dinero, qué digo, dineral, para localizar depósitos de placton, y otros crustáceos, transformados en petróleo después de millones de años de quedar atrapados. Cuando los depósitos de petróleo no aparecen, después de millonadas gastadas y no encontrarlos, descubrimos que sacando la nariz por la ventana podemos obtener la energía necesaria para mover el mundo. Somos manifaceros y trasteadores.
No piensen que esto es futuro, es presente. Ya se está obteniendo energía del CO2 contenido en la atmosfera. Por mandato de la UE, todas las Petroleras están obteniendo carburante, tímidamente por ahora, del CO2 y mezclando con el carburante de siempre.
Y llegará un tiempo que el CO2 será racionado, no podremos obtener más energía de la permitida porque el CO2 es imprescindible para que siga la vida y para esta función se necesita el 50% del CO2 que existe en este momento. Si lo piensan bien en Tierra, en este momento, tenemos más del doble del CO2 necesario para que la vida se desarrolle con normalidad y con la otra mitad calentamos la Tierra y dificultamos la vida. Somos unos manifaceros.
Tengan un hermoso día, hoy especial, el de la mujer.
En mi Quinta 08-03-2021