Manías

En algunas especies, la nena no elige al nene si éste no le demuestra, antes de su elección, que es el más bello y el más habilidoso, o habilidades suficientes para convencerla de que va a ser un perfecto compañero.

Algunos pájaros, por ejemplo, los nenes tienen que presentarse ante la nena con hermosos colores. La Naturaleza hace el milagro de dotarlo de hermosos colores justo cuando los necesita, en la época de la conquista que ocurre cuando la nena sabe, no sé cómo, que la alimentación y el agua serán abundantes. Este año, de escasas lluvias, los nenes se han estado tocándose ‘las bolas’ y ha disminuido la población de perdices para ‘pataleta’ de los cazadores.

Otra historia de algunos pájaros es que, si el nene no es lo suficiente habilidoso y le ofrece a la nena un bonito, cómodo y elegante nido, el nene, piensa la nena, no es el conveniente y tiene que retirarse. No hay pareja.

Que listos son. Ni las nenas pájaros quieren maridos feos, bagos y manazas porque sus descendientes, ellas lo saben, serian más feos, más bagos y más manazas, cuestión que atenta contra la ley de la evolución de la vida. Si elijes al mejor tu descendencia será mejor, si elijes al más guapo tus hijos serán más guapos y si elijes al más alto tus hijos serán más altos.

Las ciervas, por ejemplo, a pesar de ‘llevar’ cuernos, les importan un cuerno y no quieren en el harén un marido de segunda.  El que tienen, lo tienen, desde el día que demostró que era el mejor. Necesitan saber, todos los años, antes de los días de celo, que sigue siendo el mejor y para ello le obligan a pelear con otro macho aspirante. Tiene que pelear y ser el vencedor, ser el mejor, de lo contrario pierde el harén, que no es una perdida menor.  Y todo a pesar de que no son inteligentes.

Lo más interesante, creo, es el desenlace de la pelea, imaginando la nueva situación de cada uno. El Rey, en batalla con ‘un don nadie’, por una metedura de pata, durante la pelea, pierde el trono y ‘un don nadie’, con un par, es coronado Rey.

Siga imaginando la alegría de las ciervas al saber que este año van a cambiar de ‘harenero’, que no es un cambio menor, y que sus próximos hijos serán más grandes, más fuertes, más guapos, con mayor cornamenta y pelotas más gordas.

Sabio ejemplo, de la sabia Naturaleza, para seres no inteligentes. Los inteligentes elegimos a nuestra pareja, por mil razones diferentes, ninguna pensando en nuestros descendientes. Somos, como ven, el ‘hazme reír’ de la Naturaleza.

Tengan un hermoso día.

Desde mi Quinta 12-01-2024

blog de pepe arnau 

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