Sobre la ilusión

Algunas personas, en algún momento de su día a día, a pesar de tener a mano cuarenta mil y un modo de ocupar su tiempo, se aburren.

Una forma de ocuparse es la meditación. No se trata de meditar de temas complicados, sino de temas y vivencias propias y encontrar caminos nuevos para enriquecer nuestra experiencia.

Hace unos días, pensando en algunos sucesos de mi vida, descubrir algo que nunca imaginé.

Por razones varias he vivido en solitario durante los últimos 45 años y 9 de ellos en el extranjero. Mis viviendas, especialmente durante los años que he vivido fuera de Murcia han sido siempre pequeños apartamentos.

Mi ilusión, muy fuerte, durante este largo periodo de tiempo, siempre fue vivir una vivienda grande. Era tan fuerte el deseo que siempre que tenia a mano un papel y lápiz, inconscientemente, pintaba una vivienda con una chimenea humeante, arboles a su alrededor y un riachuelo. Lo del riachuelo nunca he entiendo porqué lo pintaba.

Por fin, cuando me jubilé pude construir la vivienda que siempre había soñado. Grande, en la huerta, con varias chimeneas, una de ellas para el hogar de leños que siempre había imaginado. Dispone de dos salones que uso muy ocasionalmente.

Sólo hay una contradicción en todos estos grandes deseos que mientras fueron deseos me hicieron inmensamente feliz. Desde que inauguré la vivienda, 31 de diciembre de 1999, sólo utilizo la cocina y el dormitorio y muy ocasionalmente el salón.

En la cocina tengo una pequeña biblioteca, el ordenador, equipo de sonido, pequeña mesa de escritorio y otra, y seis sillas, que utilizo como comedor.

Esta pequeña historia me dice que para ser feliz hay tener ilusión por conseguir, sin importar qué.

Tengan un hermoso día.

En mi Quinta 09-12-2024

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