Los que vivimos en la huerta y disponemos de una huertica, la contemplación de aves, avispas, saltamontes, abejas, mariposas, moscas, mosquitos etc. es tan natural como la vida misma. Son nuestros compañeros de todos los días.
Los pájaros que acuden a mi huertica, en cada estación y todos sus días, siempre son de las mismas especies. Conocen las diferentes ‘despensas’ de las que dispone y acuden, desde el alba, llueva o nieve, a la ‘despensa’ que corresponde. Ahora, en estos meses de otoño, se encuentra operativa la despensa aceituna, granada, dátil y naranja. Primero comen las del árbol y después las que, por maduras, cayeron al suelo. Antes, meses antes, en verano, estuvieron abiertas las despensas higos, tomates, peras, ciruelas, melocotón, manzanas…
En otoño, en la huerta, todo es diferente, incluso la fauna. En esta estación aparecen pardillos, gorriones, chichipanes, alfalferos, pinzoletas, sacalombrices, tontas, cagaestacas, moscaretas, cantacañares, verdoleros, tiptises, andarríos, hormigoneros, gafarrones, friolencos, colorines, tutuvías, caberneras, tintines, torcecuellos, cajindranes y hasta perputas estercoleras, pajaretes todos ellos que se les engrifaban las plumas y, zullidos, emprenden la huida tan pronto se olían al gavilán.
Como pueden imaginar, los términos del habla murciana, especialmente en la huerta, es fruto de un territorio de mestizaje formados por voces de origen mozárabe y de repoblaciones aragonesas y catalanas, y no se refieren únicamente a aves; son numerosas las palabras propias que tradicionalmente se han empleado en la Huerta. Muchos de estos vocablos corren el riesgo de desaparecer por la falta de transmisión entre generaciones.
Tengan un hermoso día.
Desde mi Quinta 11-01-2024
Blog de pepe arnau