Esta mañana, como viene ocurriendo estos días, amaneció lloviendo. Como conocen, por el tostón que les vengo dando, desde siempre, con el tema de la lluvia y sus efectos sobre mi persona, los días de lluvia me ponen tristón.
Hoy, cuando el día comenzaba, en ese crítico momento, que no es día, ni es noche y que el Parablero murciano señala como ‘llosco’, en ese momento, digo, miré por la ventana a ver llover y me encontré muy cerca, en mis mismas narices, un mirlo desayunando semillas, bichitos, o qué sé yo.
Me volví a la cama, no a dormir, llevaba muchas horas durmiendo, sino a pensar en cómo el mirlo seguía buscando comida, sin importarle la lluvia y cómo a todos, y a cada uno de los seres que habitamos el mundo, la Naturaleza, nos ha provisto de los medios necesarios para que la vida se desarrolle y siga su curso en todos los lugares que ella ha dispuesto.
No importa lo que cada uno piense sobre cómo apareció el hombre, y el resto de animales, en la Tierra y tampoco su color, la Naturaleza, durante miles de años, se ha encargado de modificarlo y adaptarlo para que pueda vivir y desarrollarse en cualquier lugar.
Si nos fijamos en el color de la piel de los humanos, en cualquier lugar de la Tierra, su color se encuentra relacionado con las horas de sol, y su intensidad, que recibe para regular la producción de vitamina ‘D’. Nuestro cuerpo produce vitamina ‘D’ cuando la piel se expone directamente al sol. La mayoría de las personas satisfacen sus necesidades de vitamina ‘D’ de esta manera. Muy pocos alimentos contienen vitamina ‘D’ de manera natural.
Un exceso de vitamina ‘D’ causa un nivel alto de calcio en la sangre y puede dañar los riñones y los huesos. La carencia de vitamina ‘D’ puede producir perdida de densidad ósea, lo que puede producir osteoporosis fracturas de huesos y raquitismo en los niños.
La función general de la vitamina D es favorecer que haya calcio y fósforo libre en sangre, de esta manera se forma un hueso sano. Esto se logra gracias a que favorece la absorción de estos minerales en el intestino, y evita su pérdida en el riñón, entre otros mecanismos.
La vitamina D’ es una hormona producida a partir del colesterol. Para producirse necesita luz solar, radiación solar, microondas, (tan criticadas por estúpidos que, sin saber qué son, pregonan, creen, que son malignas) que participan en la reacción química que genera la vitamina ‘D’ en nuestra piel. La cantidad de vitamina ‘D’ que se genera depende de la época del año, de la latitud en la que vives, de tu color y tipo de piel, y de la cantidad de tiempo que pases al sol.
Se entiende así que el color de la piel de animales, incluidos los racionales, se relacione con la intensidad y las horas de sol del lugar de residencia. Existen osos pardos, blancos y negros, también monos blancos y negros y humanos blancos, negros y de mil colores y sólo depende del lugar de la tierra que habita.
En los lugares de más fuerte radiación y más horas de sol, las personas son de color negro para protegerse de los rayos UV recibidos del Sol y tambien poder regular la producción de vitamina ‘D’. En los lugares donde el sol apenas aparece en todo el año las personas son rubias y muy blancas y poder producir, mínimamente, vitamina ‘D’ con la luz del día.
Tengan un hermoso día.
En mi Quinta 06-03. 2022
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