Ayer, como todos los días, salgo de mi dormitorio, después de completadas todas mis rutinas, camino de la cocina en busca de ‘algo cliente’. Antes de salir, como siempre, apago la luz. Segundos despues, enciendo la de la cocina y no funciona. Pienso, la lámpara se ha fundido, reparo, que son tres y no puede ser.
Espero, lo único que podía hacer, pensando que seria, como muchas veces ocurre, un corte de energía de corta duración. Pasada media hora llamo al servicio de averías de Iberdrola, que también es una traca contactar y entenderse con la máquina tonta que te obligan a enfrentarte. Me informan, por fin, que el corte de energía duraría una hora y cuarto contado desde el momento de mi llamada.
Me planteo qué iba a desayunar. En mi casa, como en casi todas, todo es eléctrico, sin posibilidad de utilizar ningún otro ingenio que caliente, así que, mi desayuno fue naranjas fresquitas.
El tiempo pasaba y empiezo a sentir frio. Tengo varios artilugios para dar calor, todos eléctricos, pero…. pienso en una vieja estufa de butano en desuso, trato de ponerla en funcionamiento y, por fin, lo consigo después de probar con las dos botellas de butano que tenía reservadas para hacer paellas. Las paellas hechas con leña nativa, de árboles del lugar donde se realizan, dicen, que están más buenas, pero en mi opinión, no tanto como para organizar un fuego, salvo en ocasiones especiales.
A las 13.30 h. vuelvo a llamar a Iberdrola, esta vez a un número de atención al cliente, más que nada porque se aproximaba la hora de comer, mi estómago estaba tiritando y con hambre, necesitaba saber si la comida seria en mi casa o fuera.
Momentos después recibo un mensaje, en el móvil, en el que me comunican que el servicio se restablecerá a la 14.15 h. y efectivamente, el horario se cumplió.
Hoy, cuando he salido de casa, veo, pegado en el buzón de correos, la información que Iberdrola había distribuido por la zona anunciando el corte de suministro. Ya le digo, hay días que….
Tengan un hermoso día
En mi Quinta 12-5-2023