Una historia.

Muchos de mis amigos conocen que viví nueve años en Buenos Aires, Argentina. Para los que no lo conocen, y para los sí, Argentina me dejó recuerdos imborrables y consecuencia de ello  es el origen de este relato.

En Argentina todo es grande, hasta sus gentes. Puedes pensar en lo que quieras, es grande, seguro. La dimensión del país…., sólo la provincia de Buenos Aires es mayor que España. Desde Buenos Aires, sin salir del país, puedes recorrer 3.000 Km hacia el polo Sur y otros tantos hacia el polo norte. Es, por tanto, natural que en un país como Argentina encuentres lugares de una belleza increíble.

Para documentar y dar sentido la historia que quiero contar sólo me voy a referir al viaje que hice a San Carlos de Bariloche que, además de ser un lugar para esquiar de primer nivel,  tenía, hace 20 años, unos pocos miles de personas residentes,  34 hoteles, uno de ellos, el Llao Llao, muchos restaurantes, aeropuerto internacional. Tiene un lago enorme de aguas azules, fría y cristalinas, con más de 500 Km2, el Nahuel Huapi, con su monstruo Nahuelito.…

San Carlos de Bariloche se encuentra, por tanto, en tierras de Llaollao, y también es natural que me quedara ‘con la boca abierta’ viendo cómo era todo aquello.

Cuando regresé a Murcia, a mi domicilio, enclavado en la huerta, le puse de nombre, en recuerdo a Argentina, Quinta Llao-Llao.  También mi página Web, desde hace 20 años, tiene el dominio www.llao-llao.es

Ahora he construido una nueva pág web, la anterior nada tenía que ver con mi actividad de jubilado. Al construir la nueva pág. con el dominio llao-llao, con tantos dominios parecidos, el dominio llaollao, el de los helados, tiene más de cuarenta pág, circulando por la red, era imposible encontrar el mío, pueden comprobarlo. He decidido hacer visible en la Red mi dominio con un sub dominio y otro nombre ‘blog de pepe arnau.llao-llao.es’.

Ahí me encontraran si es su deseo. Si entran ahora  tropezarán con una imagen de portada, provisional, cuyo objeto es que vean el árbol que segrega, en forma de bolas, la sustancia dulce, muy dulce, que los indios mapuches llaman llaollao y también pan de indio.

Todas las entradas, menos esta, son relatos ya publicados, cuyo objeto ha sido poner contenido. Me falta comprobar el apartado de comentarios, los que tenéis que poner vosotros.

Esta pequeña historia es la historia de mi llao-llao.

Tangan un hermoso día.

Nota:

La palabra Llao-Llao puede ser.

Un hongo, comestible originario de Argentina y Chile. Una localidad, Villa Llao-Llao. Un hotel, Hotel Llao-Llao. Una península, Península  Llao-Llao. Un idioma, en lengua mapuche, muy rico o muy dulce (Todo en Argentina) Un helado, Llaollao, en España.

Comenzamos

Hoy es mi primer intento de ‘macear’ las teclas. No es que tenga nada premeditado que contar pero no me preocupa. He leído, no sé dónde, que lo importante, cuando escribes, no es lo que cuentas, sino como lo cuentas. Y es posible que sea verdad. Me ocurre, a veces, que me centro más,  y disfruto más, en la forma de contar  que con la historia que cuenta.

No sé si conocen, de Don Jacinto Benavente,  Los intereses creados, donde cuenta, que una sentencia acusatoria se trueca en exculpatoria, con la simple transposición de una coma. En otro escrito, tengo dudas si es suyo,  dirigido a tres hermanas. Los escritos son exactamente iguales y a cada hermana le dice cosas diferentes por el  hecho de transponer  las comas.

Hoy he entrado en Facebook y me encuentro con infinidad de saludos y comentarios  y, como siempre, me han encantado, gracias!!

De este largo tiempo de ausencia tengo para escribir una historia de varios volúmenes  pero lo iré deslizando y contando de a poco. Pueden imaginar, mi actividad física ha sido mínima no así mi actividad cerebral que, para contarlo mejor, ha sido una locomotora cuesta abajo y sin frenos.

Pasen un hermoso día

Cocina y discoteca

Como he contado en alguna ocasión mi cocina es el centro de operaciones de la Quinta Llao-Llao. Cenicienta de la vivienda, ha conquistado metas increíbles. Además de ser centro de distribución de saludos virtuales a todos mis amigos, funciona como cocina, comedor, sala de reuniones, cafetería, bar de copas, biblioteca, sala de lectura, escritura y meditación, oficina contable, sala multimedia, centro musical y teatro cinema. Es, con mucho, mi lugar preferido. Es ‘un todo en uno’, como una navaja sueca en la que además de navaja incorpora otras herramientas impensables.

Existe un mundo de extrañas rarezas y esta es una más, aunque, personalmente, me siento de lo más normal y práctico. No es fácil explicar, con mediana claridad, la razón de ‘tener todo’ en la cocina siendo mi vivienda grande, confortable y decentemente amueblada.

La cocina se encuentra en la parte posterior de la vivienda, al norte, es una parte noble, con un jardín de césped con olivos centenarios y palmeras.

El botijo

Ayer leía en el periódico la historia del primer invento para enfriar agua, el botijo. Era el primer y único medio de enfriar agua. Los frigoríficos, tan de moda ahora, no existían. Yo creo que a la gente recién llegada a este mundo, conforme se hacen mayores, piensa que lo que tenemos ahora como algo normal siempre existió. Me refiero a la TV, teléfono móvil, internet, RR.SS, etc.,  Lo más curioso, porque lo es, es que, los niños de ahora, cuando llegan a este mundo ya conocen el manejo de los teléfonos móviles.  A mí, el día de los Reyes, los Reyes, me traían un caballo de cartón y ahora les traen una Tablet.

Como yo vine a este mundo en un medio rural, y ya tengo  mis años, es normal que haya conocido el botijo colgado en una higuera, para eso, para tener  agua fría disponible y también es normal que añore al botijo porque aunque ahora tengamos el agua a los grados que regulemos el frigorífico, nada que ver con este cantarito sin mandos. El botijo mantenía el agua 10º por debajo de la temperatura ambiente. Era un placer beber en el botijo  levantando los brazos para que el agua cayera con fuerza en la boca. Era lo que había y nos parecía increíble.

Hoy me levanté temprano, con las primeras luces del día, y me fui a la higuera. Quería sorprender a la pandilla de mirlos que todos los días desayunan en ella y vaya si los sorprendí. Conforme iban llegando daban un grito de sorpresa, que yo he interpretado como ‘Jope, que nos han descubierto’ y se volvían.

Quería, también, además de comer algún higo, imaginar la higuera con botijo colgando, como hubiera sido normal hace años. La verdad es que he pasado un ratito muy agradable imaginando qué clase de botijo sería el más adecuado. Por si no lo conocen les cuento que hay botijos de diferentes formas y tamaños. El que más recuerdo, por lo raro, es uno especial para carros tirados por caballerías, que tenía una zona plana para llevar colgado y apoyado en alguna zona del carro para evitar su rotura.

Pasen un hermoso día.

Así es la historia.

Pensaba yo, inducido por mis lecturas, que las cosas que cuenta la historia, como historia, siempre eran verdad, pero no, siempre no es verdad.

Siempre he pensado que las personas con historia que abandonaban el lugar que la historia les había asignado y se retiraban a conventos, monasterios o abadías, lo hacían para llevar una vida de meditación, de recogimiento y de arrepentimiento pensando, más que nada, en el castigo divino.

Pero coño, cuando leo que Carlos I y V de Alemania, cuando se retiró al Monasterio de Yute se llevó un sequito de 80 personas, entre maestros cerveceros, cocineros, agricultores, pescadores y maestros de toda índole, solo para servirlo a él, se me quitó la pena del alma que me estuvo desolando durante años pensando como la grandeza de ciertas  personas de la Historia, quedaba diluida entre la humildad y el arrepentimiento al final de sus días.

Sólo añadir que cuando Carlos I y V de Alemania, vino a España, en Alemania no se conocía  el vino, por eso llegó con su séquito, compuesto de maestros cerveceros, cocineros y maestros diversos.

El Monasterio hubo que remodelarlo y habilitar espacio suficiente para semejante servidumbre. He de decir que Carlos, cuando ésto ocurría, ya no era rey, el Rey era su hijo Felipe II, pero vivía como un Rey.  Carlos oía misa desde su dormitorio, sentado en la cama, y desde este lugar entonaba el mea culpa y su arrepentimiento.

Tengan un hermoso día

Antes de saber escribir.

Sí, el mundo y la humanidad existían, evolucionaban y sigue evolucionando, de acuerdo con las leyes de la Naturaleza, antes de saber escribir. En términos geológicos, la Tierra tiene 4.543 millones de años, el hombre hace ‘cuatro días’ que empezó a caminar por ella. Hasta que los fenicios, 2000 años a.d.C,  inventaron el alfabeto no empezamos a escribir. A partir de ese momento, por fin, empezamos a  registrar acontecimientos para conocimiento de generaciones venideras. La historia comienza cuando empezamos a escribir, lo ocurrido anteriormente es prehistoria. No existe, por tanto, ninguna historia escrita de antes del invento del abecedario.

Cuando aparecieron los paleontólogos, preocupados por conocer de dónde vinieron sus padres, abuelos, bisabuelos, etc. nos descubrieron un mundo, hasta entonces desconocido. Existen varios procedimientos para datar, con seguridad,  cualquier antigualla, el radio carbono y, modernamente, los isotopos radiactivos.

Pero de forma más sencilla y fácil es posible comprobar lo que ocurría en África hace 40,000 años, 38.000 antes de que nadie pudiera escribir un relato.

Si les interesa el tema, para mi apasionante,  escriban en buscador de Google ‘Cuevas rupestres de África’. Es el lugar donde vivieron los primitivos Homo. África, lo he contado en varia ocasione, en épocas anteriores, era una zona del mundo con grandes bosques y recursos, caza y alimentos vegetales, para la vida de los Homo. Un movimiento tectónico  hizo aparecer  el monte Everest, el monte más alto del mundo con 8.848 metros sobre el nivel del mar. El nacimiento del monte Everest modificó el clima y el régimen de lluvias que existían hasta entonces en África y con el paso de los años lo ha trasformado en un desierto. Lo peor, dentro de unos años, quizá menos de 100, la sombra del monte Everest se alargará hasta España y hará que el desierto sea más grande. Sí, será desierto.

Pero volviendo a los primitivos Homos, por los restos de comida que se han encontrado, conchas de almejas, mejillones, ostras, etc., todos datados, recorrieron la costa atlántica hasta el lugar  que ahora ocupa la Ciudad del Cabo. En algún momento, ante la falta de alimento, decidieron caminar hacia Europa aprovechando la bajada del nivel del  mar por la acumulación de agua en los polos, transformado en nieve, como consecuencia de la glaciación que sufría la tierra en aquellos tiempos. La glaciación duró 60.000 años y hace 40.000 que terminó.

No piensen que la  vida en la Tierra era imposible con motivo de la Glaciación. En la zona de la Tierra donde todos los Homos se encontraban, África, subieron las temperaturas. Es un fenómeno, varias veces comentado,  que tiene relación con la modificación de la elipse del movimiento de traslación de la Tierra alrededor del sol cuando, cada cien mil años, Júpiter se acerca al Sol.

Volviendo a las Cuevas de África, si buscan, encontraran pinturas, rupestres, claro, que reflejan lo que ellos veían y con lo que convivían. Hay una pintura en la que aparece un platillo volante con un extraterrestre, en pie, en el suelo, con un depósito en la espalda que supongo de oxígeno, o cualquier otro producto, que pudiera necesitar para vivir en la Tierra. Las pinturas están datadas en 40.000 años.

También pueden leer la historia de Mary o Eva de África que, seguramente, le sorprenderá.

Pasen un hermoso día.