Cambio climático

Hoy, después de semanas sin aparecer por aquí, y con el impresionante recuerdo de la  borrasca Filomena que los últimos días congeló más de media España, se me ocurre si no sería oportuno que diéramos un repaso al cambio climático a pesar de los negacionistas.

Estos chicos, los negacionistas, además de carecer de conocimientos científicos, desoyen  los informes científicos, más que nada, porque no los entienden ni comprenden, son personas que ante la posibilidad de que los llamen borregos, como ellos llaman a los no negacionista, se incluyen es este grupo de personas.

Que diría un negacionista si le preguntamos por qué flota el hielo en el agua o  por qué existe  hielo azul. Lo más probable es que niegue la existencia de hielo azul.

El hielo azul es hielo que ha estado durante años, o siglos, enterrado  a gran profundidad y gran presión que han originado que pierda el aire que contenía en su interior en el momento de la congelación. Siempre aparece cuando las capas superiores se han licuado por subida de las temperaturas.

Tanto en forma de agua, vapor o hielo, es toda el agua que tenemos en la Tierra y nunca se gasta. Se consume, se ensucia, hace su función, se evapora y vuelve limpia en forma de lluvia, alguna después de años. Imagine el agua que se filtra en la tierra el tiempo que puede tardar en llagar al mar.

Qué diría un negacionista si le decimos que, cada día, los mares ocupan mayor superficie por aumento de nivel de agua. Seguramente contestaría cualquier disparate. Normalmente es gente poco cultivada y estos temas, tan importantes, nunca llegan a sus oídos y conocimiento.

Curiosamente, el presidente de México, negacionista hasta las orejas de la existencia del coronavirus, se encuentra enfermo de esta dolencia. Mi pregunta es…. Cómo votó tanta gente a una persona tan rara. Será  un caso único?

Tengan un hermoso día.

El poder de las pequeñas cosas

Hola, hoy es lunes y a pesar que no me gusta el día lunes no me queda otra que pasar por él si quiero llegar al sábado. El viernes también es un día con encanto.

Les cuento  que el sábado, después de atender mis compromisos de fin de semana, almuerzo con amigos, visita al refugio y al supermercado, que es mi recorrido de casi todos los sábados, al llegar a mi casa sentí dos necesidades al mismo tiempo, una, la mas importante, seguir con la lectura del libro ‘La dieta del delfín’ que me tenia ‘picado’ . Dos, ponerme cómodo despojándome de la ropa de abrigo, hacia un sol esplendido, viento en calma  y 18º.

Así que, calzado con zapatillas y un viejo, pero comodísimo y querido jerséis, me instalé  relajadamente en mi terraza ‘Cuatro Vientos’ a disfrutar de la lectura  al amparo de la vivienda, con los pies al sol y la cabeza a la sombra. Me encontraba comodísimo e imaginaba lo que iba a disfrutar con lo que, durante toda la mañana, había estado idealizando, seguir con la lectura de ‘La dieta del delfín’  que lo dejé el viernes, en la pág. 103 de 338. cuando me encontraba  ‘muy picado’. Cuando me encontraba disfrutando, de acuerdo con lo imaginado, hice un movimiento, no recuerdo para qué, y las gafas, que sólo utilizo para leer, cayeron al suelo y se rompieron. ………dita sea!, cómo una cosa tan pequeña me pudo ‘jorobar’ lo que, para mi, era una mañana de lujo.

Esta mañana he ido a la óptica, me las han reparado y a medio día las tenia operativas. Las he estado ‘probando’ durante dos horas y sí, funcionan pero sigo ‘picado’. Esta noche termino con la lectura.

Pase un hermoso día

La tierra y su equilibrio

La tierra es un poco como el cuerpo humano; su temperatura es muy equilibrada, y cuando se pone un poco fuera de sintonía, pueden suceder grandes cosas. En el caso de nuestro planeta, los gases en la atmósfera juegan un papel vital en el mantenimiento de este delicado equilibrio, de la absorción y emisión de todas las radiaciones electromagnéticas (microondas, ondas infrarrojas, luz ultravioleta y luz visible, por ejemplo) que llegan la superficie de la tierra.

El picudo y la radio

Hola, ayer, mientras cortaba el césped, al pasar bajo una palmera, una punta (pincha) de palma me hizo una brecha en la cabeza. También es casualidad que al pasar, en la primera pasada, desviara la palma para que no me molestara y en la segunda, en dirección contraria, no lo hiciera. No podía detener la hemorragia a pesar del ‘beta dina’.

Hoy, recordando lo de ayer, y con nueve palmeras podadas, como comentaba en mi anterior post, he decidido podar las restantes y terminar con esta actividad hasta el próximo año.

Dos de las palmeras podadas tenían una buena cosecha de dátiles, los de una, de la poda de hace unos días, los he llevado a una finca de mi propiedad, como comida de pájaros y demás habitantes como zorras, ardillas y otros.

La que podé ayer voy a hacer lo mismo. Quiero, con esta acción, que los huesos de los dátiles se distribuyan, utilizando a sus comensales. Ya he visto excrementos de perro, o zorra, con veinte huesos de dátiles. Y saben lo que me ocurre en estos días que no veo, por ninguna parte, picudos ni picudas, que ‘no me encuentro’. Lo que estoy haciendo, conscientemente, es tentar a los picudos, y a su familia, a que vengan a mis palmeras. Cuando me encuentro alguno vivo, me digo…. afila tus armas, tenemos juego a la vista.

Siempre, hasta ahora, he vencido y ahí radica mi confianza y mi gana de jugar. Y es que, que quieren que les diga, los picudos son, para mí, como un juguete revoltoso que actúa, como todo ser viviente, de acuerdo con su programa vital. Cuando hace unos días veía un programa, en TV, en el que nos decían que las células cancerosas tenían un sistema de comunicación, entre ellas, mucho más sofisticado que los que utilizamos los humanos, riéndose, a todas luces, de nuestras redes sociales, se me ocurrió meditar sobre si los picudos estarán al loro de lo que nosotros entendemos como modernidad y utilizaran, también, un sistema sofisticado de comunicación entre ellos. No se entendería que este verano no hayan aparecido por mis palmeras por el simple hecho de fumigarlas con cayena.

Cómo sabían, en la comunidad picuda, que no tenían que venir por acá? Igual ha ocurrido con moscas, avispas y mosquitos. Dedico mucho tiempo a meditar sobre este tema. Otro tema el que he dedicado tiempo ha sido….cómo saben los picudos en que palmera ya existe una entrada?

Todo el mundo, y yo, pensamos que la entrada se encuentra ‘perfumada’ con un perfume natural, de manera que el picudo pueda detectarla. En la actualidad estoy cambiando de opinión, son los picudos, creo, que ya se encuentran dentro de la palmera los que avisan, mediante una señal de ‘radio-faro’, a sus colegas dando las coordenadas de la situación geográfica de la palmera.

Uno o varios individuos de la comunidad tienen esta misión, de ‘radio-farero’ pero es que, además, los otros, al oír la señal, pasan a ‘posición repetidor’ para que las débiles señales recibidas, se amplifiquen y puedan llegar a todos los picudos, estén donde estén.

Quiero comentar la siguiente experiencia; En el primer post que publiqué referido al picudo, decía, que cuando talé una palmera por encontrarse tan destruida por el picudo que presentaba peligro de derrumbe también traté a las restantes con inyectables recomendados por la persona que aquí, en nuestra Comunidad, se encargaba de hacer el seguimiento del avance del picudo.

También, por su indicación, instalamos dos depósitos, con la tapa a nivel del suelo, con feromonas para atraer al picudo antes de alcanzar una palmera. Uno se instaló a 2 m. de la palmera más cercana y el otro se instalo a 20m., del anterior. En la palmera más cercana a las feromonas, y a pesar de ellas, los picudos consiguieron hacer una entrada. En esta palmera, que fumigaba periódicamente con pimienta de cayena, conseguí recoger del suelo más de 100 picudos muertos mientras que en el depósito de las feromonas apenas entraron unos pocos.

Durante todo el verano, con fumigaciones periódicas, estuve capturando picudos a pesar que la entrada, por los tratamientos que había recibido, se encontraba seca y a lo único que olía, para mí, era a cayena. Los picudos estuvieron ignorando a las feromonas y siguieron centrados en la palmera, en ésta, sólo en ésta, las demás no fueron atacadas.

A finales de verano fue cuando decidí inyectar la cayena y los picudos que hubiera en su interior murieron. Los picudos, que durante todo el verano estuvieron asediando a esta palmera dejaron de venir. Lo achaqué al cambio de temperatura, se había terminado el verano, pero ahora, cuando ya llevo meses sin ver un picudo, creo que los picudos son los que, mediante comunicación, códigos o señales, los que dirigen el flujo de picudos a una determinada palmera.

Quiero decir, por si alguien se lía, que soy muy observador y que el tema del picudo lo considero muy interesante por cuanto quieren terminar con nuestras palmeras. Me gusta analizar lo que me dejan, que no es mucho. He estado analizando, en varios individuos, su sistema de transporte y resistencia, tanto caminando como en vuelo, la forma de morir en contacto con la pimienta de cayena, su resistencia física, especialmente la del pico, la cabeza y todo lo que, como he dicho, me permiten. Es difícil imaginar la resistencia a la rotura que presenta la conexión de la cabeza con el cuerpo, es tremendo para un bicho aparentemente frágil y también por la forma de su cuerpo que, modificado a extraplano, pueden pasar por sitios imposibles.

Viene a mi mente la organización de un hormiguero, de un termitero, de una colmena, etc. Cómo una diminuta hormiga, cuando encuentra comida y, por su peso, no puede arrastrarla avisa a su comunidad, no a otra, por muy próxima que se encuentre, pidiendo refuerzos para transportarla hasta el hormiguero. Es que cada comunidad emplea frecuencias diferentes para comunicarse? O, por el contrario, utiliza la misma frecuencia con codificación diferente para cada comunidad como hacemos los humanos en con el funcionamiento de la telefonía móvil?

Es que las hormigas, por decir una especie, desarrollaron la facilidad de comunicación secreta, entre comunidades, mucha antes que los humanos? Porqué los picudos no pueden haber desarrollado su propio sistema de comunicación, como hicieron las hormigas, por ejemplo? Y, si así fuera, porque no ‘inventamos’ una radio para desorientarlos? El mundo de las ondas está compuesto por radiaciones de todo lo que existe en el mundo. Yo radio, tú y tú pareja radiáis, el sol, las estrellas, la tierra, etc., todo radia.

Tengo una teoría en la que contemplo que el enamoramiento de un hombre y una mujer se produce, no por la belleza de ellos, siempre la mujer es más bonita, si no, por la calidad de su sintonía, pura y sin armónicos, de sus radiaciones. No se entendería que una mujer, u hombre, especialmente bellos, pudieran enamorarse de otro, especialmente feo. La creencia actual es que los dos, por deformación mental, se ven de una belleza infinita. Este es un tema muy complejo que dejo aquí.

Y así, con este trajín, hasta otro día.

Como un limón.

Tengo la cabeza como un limón exprimido. Pueden imaginar…..estoy varios días, muchos, tomando cubatas de frenadol alternando con otros de aspirina. Los llamo cubatas porque los preparo  en un vaso tubo o flauta. Sí, lo sé, es una rareza, pero que quieren que les diga, me gusta así. Y no crean que el vaso no tiene influencia gustativa, y de placer, en lo que bebemos, sino, todos los vasos serian iguales. Imagine, si puede, tomar champán  en un vaso bajito o gran reserva, tinto,  en uno de tubo.

Si nos fijamos, cuando se descorcha una botella de champán, ahora cava, de inmediato se forman burbujas, en un proceso donde las más pequeñas se van engrosando en otras mayores. Es un fenómeno que debe continuar en una copa alta, que es donde debe terminar su ‘maduración’.

El vino tinto necesita oxigenarse para completar su maduración y la copa deber ser ancha

Ahora, con permiso, me voy a salir del guión y voy a maginar. Sí, exacto, es lo que están pensando. Lo sé porque todos somos iguales, a todos se nos quita el dolor de cabeza con aspirina, mas iguales imposible. El recuerdo del champan y sus burbujas siempre nos transportan a momentos idílicos, es lo que me ha ocurrido.

Pasen un hermoso día

Yo, cocinero.

Muchos, o algunos, de mis amigos me  conocen bien, por el ‘tostón’ que les he dado durante temporadas con mis preparaciones culinarias. Disponía y mantenía activo un blog con entradas continuadas, ‘Comida  para solitarios’.

Todo comienza en un momento de mi vida en el que por circunstancias que no vienen al caso, tuve que aprender hacer comida de olla y cuchara. Al principio, como cualquier parvulito, sólo usaba el horno, el microondas  y veía a los programas, en televisión, de Carlos Alguiñano. Quería aprender a cocinar  y, aunque no fuera un cocinero perfecto, me conformaba con cocinar ‘lo que fuera’ y que su aspecto y sabor te invitara a comer. Mantuve esta práctica durante bastante tiempo y siempre me ‘conformaba’ pensando que con la cocina que tiene ‘el Alguiñano’, comparada con la mía, cualquiera hace comidas  ricas’.

Un día, después de ver preparar comidas durante largo tiempo,  soy así, soy torpón, descubro que ‘el Arguiñano’ siempre empieza las comidas con una sartén en el fuego, tres o cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra, ajos secos picados muy fino y cebolla en juliana. Lo que metía después en la sartén era lo más sustancioso y a la vez lo menos importante porque pusiera lo que pusiera,  lo que salía de la sartén estaba siempre rico.

Una de mis torpezas, que sigo cometiendo, es comprar libros de cocina. Sus autores son tan remilgados  con las especias que resulta imposible, en una cocina unipersonal, disponer de un stock tan considerable de especias.

Otro día les daré ‘el tostón’  con comidas de cuando no existía el tenedor y utilizábamos los dos, o tres, dedos ‘canónicos’  que tenemos en la mano derecha para coger la carne, que se cortaba a propósito, para depositarla en una vianda de pan que hacía la función de plato. La sopa se serbia en tazones de loza. Las servilletas eran como toallas.

Aunque nos parece un poco ‘guarrete’ coger la comida con los dedos, todavía hay lugares que se práctica.

Tengan un hermoso día.

La cocina de mi abuela


Hola, hoy es 13 de marzo y en ‘ná’ primavera. Hoy se me ha ocurrido hacer lo que, de chiquitín, veía hacer a mi abuela. Cuando la visitaba, una de las cosas que recuerdo con mayor nitidez eran sus comidas. Este recuerdo, me consta, les ocurre a todos los nietos.

Las comidas se confeccionaban con productos de su propio huerto y se cocinaba con lo que se producía en cada época del año, así que, en muchos platos, los componentes eran los mismos con mil sabores diferentes. Podían ser alubias con arroz, con peras verdes, con alcachofas, a la vinagreta y un largo etc.,Entre ellos existía un plato que aun hoy, a pesar de los años transcurridos, se mantiene de forma nítida en mi memoria.

Tengo una imagen de aquella época en la que mi abuela, a primera hora de la mañana, ponía un puñado de paja compactada de trigo en el suelo de la chimenea, le prendía fuego, y junto a ella, humeante y sin llama, ponía un puchero de barro con alubias secas que había mantenido a remojo la noche anterior y lo mantenía, con vigilancia permanente, hasta la hora de la comida. Recuerdo, que diría, huelo, en este momento, el ‘requemao’ que preparaba para incorporarlo al guiso a base de cebolla, ajo, tomate y pimentón. Al final le añadía unos granos de arroz.

Este plato lo recuerdo como algo exquisito, he tratado de confeccionarlo, varias veces, con las nuevas herramientas de cocina, me refiero a la olla a presión, y no he conseguido que se parezca. Hoy, recordando las comidas de mi abuela, he preparado unas alubias de la siguiente manera.

Anoche las puse en remojo, y esta mañana, a las 9 h., las he puesto en una cacerola a cocer, junto con unos cortes de patatas, cuatro dientes de ajo sin pelar, una cebolla cortada en juliana, cuatro hojas de laurel, sal y chorreón de aceite. No he querido emplear un puchero de barro por miedo a que se rompiera en contacto con la placa eléctrica.

He ajustado la temperatura de la placa eléctrica al mínimo, punto uno, mínimo consumo, y he mantenido la olla 6 horas cocinando sin hervir. El resultado ha sido que todo lo que ingresé en la olla se ha mantenido en forma y lugar que ocupaba al comienzo de la cocción, las alubias se han mantenido enteras, no se han roto, a pesar de su terneza y antes de comerlas les he añadido un chorrito de vinagre. Estaban riquísimas.

Después de tantos años, he conseguido descifrar el secreto de la cocina de mi abuela, fuego mínimo, cariño y tiempo.

Como esta forma de cocinar no encierra ningún riesgo, pueden poner la olla, con todos los componentes a fuego mínimo e irse al trabajo, o al cine. Como no hierve, no hay evaporación de líquido, es imposible que se queme por más horas que se mantenga en el fuego. Cuando regresen a su domicilio la comida estará riquísima y a punto. Me ha parecido genial el descubrimiento y a partir de hoy voy a comer, todos los días, platos ‘de cuchara’ confeccionados de la forma que hacia mi abuela.

La medicina está ‘mirando’ y recomendando que comamos los productos que comían nuestros abuelos. Es fácil dejar de comer productos elaborados, con conservantes, antioxidantes y ‘no sé qué mas ingredientes’, aunque la actividad en sus fogones sea incompatible con sus ocupaciones.

Les recomiendo que hagan sus preparados con productos de temporada producidos en el lugar donde vivan. Así nació la vida, con todo lo necesario para que fuera posible, siguiendo las Estaciones de la tierra. Cada Estación nos proporciona alimentos diferentes, variados, y necesarios para nuestro organismo pero en esa misma Estación que se producen. Cuando despertó la vida, aquí, en Murcia, la Naturaleza, imagino, pensó… a estos chicos les voy ‘acondicionar’ esta zona para que puedan producir, cada Estación de verano, tomates, pimientos de bola, morrones, etc., y que los distribuyan por otras ciudades. Después apareció el invento del pimentón y, después, el sucedáneo.

Procedió la Naturaleza, según entiendo, para que tuviéramos una vida sana, a ofrecernos productos de temporada para que nuestra alimentación fuera variada y en el momento justo. Todo este equilibrio, que la Naturaleza cuidó con tanto mimo, ha sido destruido para siempre. Antes los pimientos y los tomates sólo se podían comer en verano, que fue cuando la Naturaleza había decidido como mejor momento para comerlos. Ahora podemos comerlos en ‘todotiempo’. Contemplando estas ‘pifias humanas’ he llegado a pensar si no sería mejor ‘comenzar de nuevo

A todos nos gusta ver en nuestra visita al supermercado, ahora en invierno, cerezas de Chile, de color rojo intenso que, además, son riquísimas o manzanas de Neuquén, Argentina, que son increíbles. Pero no se deje engañar. Allí es verano, y se han desarrollado allí, ahora, para la gente de allí. Aquí, en Murcia, por su temperatura, se ha establecido un ciclo de productos de forma permanente y lo mejor, ahora en invierno, tratando de fruta, es comer naranjas y limones.

Y así, con este trajín, hasta otro día.

Un día más con coronavirus

Hoy, lo de siempre, leer los diarios, no creer lo que dicen por disparatado, imaginar que las cosas podían ser de otra manera y otras consideraciones que al final te cambian la cara de felicidad que apareció después de la ducha. Día soleado y frío con escasas posibilidades.

La primera en la frente, tenemos el corona virus que no sólo no nos deja vivir en paz, sino que también nos prohíbe relacionarnos con personas que no pertenezcan al mismo núcleo familiar. Es una genialidad, especialmente para personas que su núcleo familiar es muy reducido, ellos mismos, sin nadie más. Lo que estamos haciendo es vivir en nuestra particular trinchera, mientras, al enemigo lo imaginamos.

Tristeza grande, porque el día tiene escasas posibilidades, es ver, porque lo estamos viendo, el desorden que reina en nuestro país para hacerle frente, o la guerra, al corona virus. Según mi particular criterio, lo que estamos haciendo, todos no, es seguir el mandato del gobierno. Estaríamos más tranquilos y seriamos más obedientes si, lo que tangamos que oír, lo oímos del Portavoz de un Comité de Científicos que, lógicamente, debe ser el mejor científico en la materia.

Ahora, a falta de una voz científica, la misma para todos, cada medio, Radio y Televisión, buscan un científico para que nos cuente su versión de la situación y, lógicamente, su  apreciación no siempre  es coincidente con la de los demás. Más confusión, más desobediencia y aparición, cada vez más, de negacionistas.

Esta situación crea confusión e incredulidad dando lugar a que, una gran mayoría, no cumpla con las normas establecidas, distancia, mascarilla, reuniones, etc. facilitando la propagación y aparición de nuevos focos.

Tengan un hermoso día.

En mi Quinta 17-1-2021

En Facebook: blog de pepe arnau

La tecnología

Hace algún tiempo publiqué un relato en el que explicaba, según creía, cómo se desarrollaría, o sería, el futuro tecnológico con la aplicación y uso de la tecnología 5g o Internet de las cosas.

Todo lo que contaba era futuro. Ya ha llegado el futuro, está con nosotros. Mañana será otro.

La pandemia, además de enfermarnos, nos ha obligado a acelerar el futuro por nuevas necesidades imposibles de atender de otra forma. Nos hemos acostumbrado a usar la tecnología de la forma más natural que existe. La tecnología nos esperaba, y nosotros la hemos ido aceptando de forma natural. Todos hemos deseado tener un teléfono móvil en algún momento. Nadie puede imaginar, en su totalidad, cómo hubiera sido el encierro provocado por la pandemia si no hubiéramos tenido las RR.SS y el teléfono móvil y, lo más importante, lo que no vemos ni imaginamos, una red de enlaces que ha podido soportar este inmenso tráfico con calidad y seguridad, sin pestañear.

Para muchas personas, acostumbradas a no asombrarse de nada, seguramente, no se les ocurre pensar que el teléfono móvil, para poder usarlo, necesita otro teléfono móvil en cualquier lugar del mundo, y una red de enlaces capaz de conectarlos de forma automática.

Tengo un conocido, escalador, que cuando se encuentra escalando el Monte Everest (Nepal) 8.848,86 mt. que si, cuando lo llamo, puedo verlo y hablar con él es porque desde mi casa hasta el Everest , aunque le cueste creerlo, siempre hay un enlace libre para que cuando sea necesario, como en este caso, se pueda establecer la comunicación a través de satélite, radio o fibra óptica, con la velocidad (antes Banda Ancha y ahora 5g (quinta generación)) necesaria para poder transmitir imagen y sonido simultaneo. Impensable hasta ahora.

El tele trabajo, impuesto por la pandemia, es una actividad que se puede realizar, a cualquier hora, desde casa o desde cualquier lugar del mundo, gracias a grandes Centros de Datos, llamados Nube, donde guardar nuestros datos y recuperarlos, desde cualquier lugar del mundo, en el momento que deseemos tele-trabajar. Ya existe tele-trabajadores en lugares paradisíacos en lugar de hacerlo desde su domicilio.

‘Internet de las cosas’ es el nombre que se ha dado a la red 5g. Esta red se conectará con las cosas de nuestro domicilio o, mejor dicho, las cosas se conectaran a esta red. Por ejemplo, si tiene conectado el coche a esta red, podrá preguntarle, desde su teléfono móvil, una serie de datos, antes de emprender el viaje, que le asegure que el coche no tiene problemas de funcionamiento, incluso, la presión de los neumáticos. Lo peor, el coche se conectará con Vd. para informarle de cualquier problema que aparezca. Si, por ejemplo, durante la noche se desinfla un neumático, antes de que se levante de la cama, le avisará para que acuda en traje de faena.

Cuando el ascensor no funcione, el ascensor le contará la intemerata para convencerlo de que se encuentra fuera de servicio y que lo mejor, para Vd., es que viaje por la escalera.

El frigorífico, lugar íntimo, le informará que el jamón, tanto el serrano como el jabugo, se ha terminado y las existencias de queso, chorizos y mortadela de aceitunas se encuentran al mínimo y, ni corto ni perezoso, le dirá que va a llamar al supermercado para reponer, sin que Vd. pueda impedirlo.

Por el teléfono móvil, recibirá información, a la hora que Vd. haya establecido, de la temperatura de su vivienda y le preguntará si la activa para cuando Vd. llegue se encuentre a temperatura deseada.

No me diga que no va ser más feliz. Hombre, primero tengo que acostumbrarme a oír voces sinceras, las de mis cosas, y cuando me digan algo no tendré que pensar si es verdad o mentira y nuestras charlas serán amigables. Cuando la aspiradora me diga, por ejemplo, que tiene el filtro con mucha caquina y no puede limpiar bien, en vez de renegar lo limpiaré. También veo atractivo que mis cosas y yo hablemos coloquialmente. Por qué no va ser interesante que pueda charlar amigable y coloquialmente, como uno más de la familia, con el horno, la TV, el frigorífico, la fregona, la aspiradora, etc.

Hoy es el futuro de ayer y también de mañana.

Pasen un hermoso día.

Desde mi Quinta 15-1-2021

Nuestros pensamientos.

Hoy es uno de esos días que me apetece contar ‘lo que sea’ para sentir el contacto con mis amigos. Cuando, como ahora, me pongo a escribir de ‘no sé qué’ me  imagino a mis amigos delante del escritorio hablando con ellos. Vuelvo ‘en mí’ cuando termino de hablar y descubro el relato. Hoy llevo un rato pensando en algo que sea contable, que me guste contar, y hasta ahora no ha aparecido.

Claro que hay infinidad de personajes de la historia que siguen entre nosotros por las hazañas que realizaron ya sean guerreras, científicas, literarias, etc. y que darían para escribir infinito número de páginas.

Creo que, a estas alturas, de lo único que me creo dueño es de mi pensamiento, a pesar de que no sea de recibo hablar de todo lo que pienso y menos, mucho menos, escribirlo.  Sí, es una rareza de la vida. Tenemos pensamientos y recuerdos que sólo nos sirven para guardarlos en nuestro particular archivo y recuperarlos, siempre que necesitemos  calentarnos la cabeza,  y volverlos  a guardar.

Pero no se asusten, esto, lo que estoy escribiendo, que pareciera que sólo me ocurre a mí, nos ocurre  a todos. Todos tenemos un archivo intimísimo y, otra curiosidad, en él todos guardamos las mismas cosas. Es una verdadera puñetería, ya les digo.

Particularmente, este archivo imaginario, me sirve como entretenimiento y poco más.  Porque fíjense, después de guardar un pensamiento, sin añadir nada nuevo, cuando nuevamente acudamos a él, si no añadirnos algo nuevo lo guardaremos con los mismos resultados. Ya les digo, únicamente nos sirve para entretenernos y mantener la temperatura de nuestra cabeza, especialmente, en las horas de vigilia que son horas más serenas, cuando nada nos distrae, que las horas de día.

No se extrañen, ni me llamen raro, si les digo que este archivo tan íntimo sólo sirve como combustible para calentarnos la cabeza y por ende, todo el cuerpo. Los hay que guiados por un pensamiento, de los malos, cometen atrocidades.

Tengan un hermoso día.

En mi Quinta 10-1-2021

www: blog de pepe arnau